En un sorprendente giro de los acontecimientos que ha conmocionado tanto a la política como al sector tecnológico, Elon Musk, el multimillonario CEO de Tesla y SpaceX, acaparó titulares esta tarde tras reaccionar con visible alegría a los informes sobre el grave estado de salud del expresidente Donald J. Trump. Los comentarios de Musk, que muchos han calificado de “perturbadores” y “poco profesionales”, se registraron hace apenas 30 minutos durante un foro empresarial privado en Austin, Texas, antes de filtrarse y circular ampliamente en redes sociales.
Al enterarse de que a Trump le habían diagnosticado una grave forma de insuficiencia venosa crónica y que estaba recibiendo tratamiento de emergencia tras complicaciones, Musk, según se informa, hizo una pausa, sonrió con sorna y comentó a un grupo de inversores: «Bueno, creo que este es un resultado con el que mucha gente estará satisfecha, jaja, y yo incluido, sinceramente». El público, sorprendido, respondió con una risa incómoda, mientras que algunos se mostraron visiblemente incómodos con el comentario.
La reacción de Musk no terminó ahí. Fuentes presentes en la sala afirman que el multimillonario añadió: «Durante años hemos observado a un hombre que, siendo sinceros, dañó más de lo que construyó. Si el karma existe, quizá sea esto lo que se está manifestando. No digo que le desee el mal a nadie… pero tampoco voy a fingir que esto no se siente como un reequilibrio cósmico».
El comentario se viralizó en cuestión de minutos, sobre todo después de que una grabación del momento se subiera anónimamente a X, la misma plataforma propiedad de Musk. El vídeo, visto más de 30 millones de veces en menos de una hora, ha generado un intenso debate en línea, con reacciones que van desde la risa y el apoyo hasta la indignación y la condena. Etiquetas como #ElonOnTrump, #ColdHeartedMusk y #TrumpHealthScandal son tendencia mundial.
El equipo de Trump aún no ha respondido oficialmente, pero una fuente cercana de Mar-a-Lago expresó su profunda indignación. “Esto fue totalmente inapropiado, incluso repugnante. Independientemente de las diferencias políticas que puedan tener las personas, nadie debería alegrarse del sufrimiento ajeno. Elon Musk debería avergonzarse”, declaró la fuente extraoficialmente a CNN.
Mientras tanto, prominentes figuras conservadoras y aliados de Trump han salido en su defensa. La comentarista de Fox News, Laura Ingraham, tuiteó: “¿Qué clase de hombre se ríe cuando alguien está enfermo? Esto no es solo de mal gusto, es sociopatía”. La exsecretaria de Prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, también intervino, declarando: “Son momentos como estos los que demuestran quiénes son realmente las personas tras bambalinas”.
Por otro lado, muchas voces progresistas y críticos de Trump parecían mucho menos comprensivos. El comentarista político Keith Olbermann escribió: «Elon acaba de decir lo que millones de personas han estado pensando, pero no se atreverían a decir en voz alta». Algunos incluso comenzaron a usar las declaraciones de Musk como un grito de guerra, bromeando que «hasta los multimillonarios están hartos del circo de Trump».
Por su parte, Musk no se ha retractado de su declaración. En cambio, como es habitual en él, redobló la apuesta tuiteando un meme críptico que muestra a la Parca cruzando puertas etiquetadas como “Dictadores”, “Criptoamigos” y “Políticos Baby Boomers”, y la puerta contigua etiquetada como “Trump”. El texto decía: “El tiempo es invencible”.
La Casa Blanca se ha negado a comentar sobre el comportamiento de Musk. La secretaria de prensa, Karine Jean-Pierre, se limitó a decir: «No comentamos las declaraciones de particulares, por desagradables que sean». Según informes, el presidente Biden fue informado de la situación, pero no ha emitido ninguna declaración pública.
Esta no es la primera vez que Musk hace comentarios polémicos sobre Trump. Si bien ambos han tenido una relación complicada a lo largo de los años, alternando entre elogios mutuos y críticas públicas, este último comentario podría marcar una ruptura permanente. En 2022, Musk criticó el comportamiento de Trump tras las elecciones, calificándolo de “imprudente e infantil”, y lo instó a “navegar hacia el ocaso”.
Trump, por otro lado, ya ha acusado a Musk de “hablar por hablar con exageración sobre los subsidios gubernamentales” y una vez dijo que el magnate tecnológico “no sería nada sin el dinero de los contribuyentes”. La disputa ha estado latente durante años, pero los sucesos de hoy podrían haber echado más leña al fuego.
Mientras la condición de Trump continúa dominando los titulares y su círculo íntimo lucha por controlar la narrativa, la pregunta sigue siendo: ¿Elon Musk se enfrentará a una reacción lo suficientemente fuerte como para afectar su posición pública, o este momento simplemente alimentará su imagen de un disruptor brutalmente honesto que habla sin filtros?
Por ahora, una cosa está clara: en una época donde cada palabra se registra, amplifica y analiza minuciosamente, ni siquiera el hombre más rico del mundo es inmune a la controversia. Y en este caso, sus palabras podrían haber cruzado una línea que muchos estadounidenses, independientemente de su afiliación política, consideran imperdonable.